Alexander Lukashenko extiende su mandato tras elecciones

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El 26 de enero de 2025, en Bielorrusia se llevaron a cabo las elecciones presidenciales. En esta contienda, el presidente en funciones, Alexander Lukashenko, fue proclamado ganador obteniendo el 87,6% de los votos, de acuerdo con los datos oficiales. Este resultado prolonga su liderazgo, iniciado en 1994, por otros cinco años. No obstante, el proceso electoral ha enfrentado críticas y acusaciones de fraude tanto dentro del país como en el ámbito internacional.

Entorno Electoral y Candidaturas

La competición electoral se caracterizó por la falta de una verdadera oposición. Los líderes opositores más destacados están en prisión o han huido al exilio, dejando a Lukashenko sin rivales de peso. Los demás candidatos en la contienda eran vistos como simpatizantes del gobierno, lo que hizo que observadores pusieran en duda la legitimidad del proceso.

La contienda electoral estuvo marcada por la ausencia de una oposición real. Los principales líderes opositores se encuentran encarcelados o en el exilio, lo que dejó a Lukashenko sin competidores significativos. Los otros candidatos que participaron en la elección eran considerados afines al gobierno, lo que llevó a observadores a cuestionar la legitimidad del proceso.

Respuestas Internacionales

Reacciones Internacionales

La comunidad internacional reaccionó de manera diversa ante los resultados. La Unión Europea rechazó la legitimidad de las elecciones, calificándolas de «simulación electoral» y denunciando la falta de transparencia y las restricciones impuestas a la oposición y a los medios independientes. Además, la UE exigió la liberación de los 1.244 presos políticos que se encuentran en cárceles bielorrusas.

Por otro lado, países como Rusia, China y Venezuela felicitaron a Lukashenko por su reelección. El presidente ruso, Vladimir Putin, describió la victoria como «convincente» y extendió una invitación a Lukashenko para visitar Moscú. El líder chino, Xi Jinping, expresó su disposición a fortalecer la amistad entre China y Bielorrusia. El gobierno venezolano también felicitó a Lukashenko, calificando el proceso electoral como un «ejercicio democrático».

En reacción a las elecciones, diversos países occidentales han aplicado más sanciones a Bielorrusia. Canadá declaró sanciones contra 10 personas y 12 entidades, mencionando violaciones sistemáticas de derechos humanos y calificando las elecciones de fraudulentas. Del mismo modo, el Reino Unido sancionó a funcionarios bielorrusos y a empresas de defensa, calificando las elecciones como una «farsa» y subrayando la represión de la sociedad civil y la oposición política.

En respuesta a las elecciones, varios países occidentales han impuesto sanciones adicionales a Bielorrusia. Canadá anunció medidas contra 10 individuos y 12 entidades, citando violaciones sistemáticas de derechos humanos y denunciando las elecciones como fraudulentas. El Reino Unido también impuso sanciones a funcionarios bielorrusos y empresas de defensa, condenando las elecciones como una «farsa» y destacando la represión de la sociedad civil y la oposición política.

Perspectivas Futuras

La reelección de Lukashenko en un contexto de denuncias de fraude y represión plantea interrogantes sobre el futuro político de Bielorrusia. La consolidación de su poder, en medio de críticas internacionales y sanciones, podría aislar aún más al país en la escena global. Además, la falta de una oposición interna efectiva y la continua represión de voces disidentes sugieren que es poco probable que se produzcan cambios significativos en el corto plazo.

La comunidad internacional, especialmente los países occidentales, enfrenta el desafío de equilibrar la presión sobre el régimen de Lukashenko con el apoyo a la sociedad civil bielorrusa. Las sanciones y condenas diplomáticas buscan responsabilizar al gobierno por sus acciones, pero también es esencial encontrar vías para apoyar a los ciudadanos que abogan por una Bielorrusia más democrática y respetuosa de los derechos humanos.

By Carlos Jesús Chirinos

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